viernes, 21 de marzo de 2014

Battlefield.

“Peace will come when one of us puts down the gun.”

Battlefield-Lea Michelle

No hay sangre que nos pague todo lo que hicimos, no hay palabras para describir el tipo de personas que fuimos. Parecía fácil cuando nos enamoramos y fuimos uno para el otro. Pero para ti fue más fácil romper el corazón de alguien. Y caímos en este juego absurdo en el que los dos tiramos de la misma cuerda para saber quién tiene la razón. Llegaste a tirar tan fuerte que caí al suelo y la cuerda se enredó en mi cuello. Y no lo hiciste solo. Y los dos lo sabemos. Y sabemos qué se escondía tras eso. Aún tengo la soga al cuello y aún noto las lágrimas por haber perdido. Pero puedo con esto, aún puedo respirar.
Lo único que quiero es que dejemos de tirar de esa cuerda. Porque cuántas veces me levante, alguien tira de la cuerda y yo recuerdo que sigue ahí, peleando entre los dos.
Pero no pasa nada, porque me levanto. Me levanto y tiro. Y alguien tira conmigo y no quiero saber por qué. Sólo quiero que dejes de tirar. Y no te voy a ahogar con ella. Sólo quiero que dejes de hacerme sentir así.

Quiero que bajes la pistola con la que apuntas a mi cabeza mientras pides mi sangre por el suelo y me miras como si aún me quisieras.
Quiero que bajes la pistola y me digas que me tranquilice, que todo va a ir bien, como hacías antes, como me convencías antes.
Quiero que el pasado quede atrás, que podamos ser amigos, no más que eso, no te quiero más que eso.
Aunque ahora no viene a cuento a quién quiero, pero sé que es importante, al menos para mí, y quiero que sepa que, cuando lea esto, que lo hará, porque lo hará antes que tú, de verdad que lo leerá, que esta historia no tiene nada que ver con la nuestra.
Que esta historia que cuento aquí, la que tiene que ver contigo y conmigo, con tus batallas ridículas por ver quién la tiene más grande, por ver quién puede ganar este tira y afloja, por ver quién tiene más gente para poner frente al paredón, no tiene nada que ver con la historia que estoy viviendo ahora.

Aunque te niegues a irte. Nos quedamos los dos aquí pensando que es una buena seguir intentando llevarnos bien y sabemos que es una ilusión, que escondemos que realmente ya no podemos dar más el uno por el otro y tenemos esa pretensión de no querer dejarnos en paz.


Y ahora, te voy a dejar ir, tranquilo. Porque no voy a seguir tirando de esta cuerda. No hay buenas ideas. No me gustan los campos de batalla. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario